Guatemala está de luto y las familias no encuentran consuelo tras la muerte de 40 niñas y adolescentes. El pueblo exige justicia ante la terrible tragedia que el miércoles sorprendió al país tras un incendio registrado en el Hogar Seguro Virgen de Asunción. Del fatal incidente, ocurrido en la localidad de San José Pinula, se sabe que varias menores permanecen en estado delicado debido a las graves quemaduras.

Siete de las menores heridas han sido trasladadas a hospitales de Estados Unidos, cuatro a la ciudad de Galveston (Texas) y tres a Boston.
Tras una serie de protestas y homenaje a las víctimas en la Plaza Central, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, ha asumido la responsabilidad del Estado por esta tragedia. Algunos exfuncionarios han sido capturados. El mandatario también solicitó este lunes la colaboración del FBI estadounidense en la investigación, en la que participan 100 agentes de la policía local.

Por su parte la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó una medida cautelar, solicitada por la Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala, para que el Estado de Guatemala garantice la protección a los menores que todavía permanecen internos en ese centro de acogida.
El Gobierno guatemalteco anunció esta semana que 311 menores de la residencia han sido trasladados a otros centros públicos y privados.
CIDH exigió además investigar los hechos con “debida diligencia y sin dilaciones”, así como tomar las medidas necesarias para evitar que una tragedia como esta se repita. Además pidió “proveer atención a las personas con graves quemaduras u otras afectaciones físicas o psicológicas como resultado del incendio”.

En un comunicado, la Comisión anunció la concesión de la medida y pidió a Guatemala que “garantice que las condiciones en las que se encuentran los menores se adecúan a los estándares internacionales aplicables”, mientras toma medidas para “reintegrar a los niños en sus familias” y “prohíbe el ingreso de más niños” al centro.
La CIDH es un órgano autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), ambas con sede en Washington, que vela por el respeto a los derechos humanos en la región.
Una de las versiones de esta tragedia que investiga el Ministerio Público es que las niñas estaban encerradas, bajo llave, en un habitación como castigo por un intento de fuga y que, en protesta, incendiaron un colchón.
Con información de EFE