La mañana de este jueves ocurrió un atentado en la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) en París. Una carta bomba explotó en la cara de una secretaria del edificio luego de abrirla. Según información de la prensa francesa el paquete estaba dirigido a un alto funcionario del FMI, el jefe de la oficina europea, Jeffrey Franks.

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El prefecto de Policía de París, Michel Cadot, explicó que la vida de la mujer no corre peligro, que la explosión causó heridas en la cara y las menos pero no afectó a ninguno de los órganos vitales y que, más allá de su persona, «los daños están bastante limitados».

Los investigadores dijeron a BFMTV que el dispositivo era un «gran cilindro negro, de unos 30 cm de largo», la explosión fue tan grande que el techo de la habitación fue golpeado por metralla.
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El atentado se produjo en el edificio que el FMI comparte con el Banco Mundial en la avenida de Iena, en el distrito XVI de la capital francesa, que alberga numerosas embajadas. Fueron evacuados del lugar unas 150 empleados como medida de precaución.

El jefe de policía reveló que el personal del FMI en París ha recibido varias llamadas amenazantes en los últimos días.
Por su parte, la directora del FMI, Christine Lagarde, ha calificado el ataque como un «acto cobarde de violencia».