El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se quejó este martes de la red social de Twitter, acusando a la compañía tecnológica de «discriminarlo» por ser republicano, asegurando que el comportamiento de dicha empresa afecta su capacidad para llegar a más seguidores.
En una serie de mensajes publicados en su cuenta oficial de Twitter, Trump acusó al gigante tecnológico de jugar a «juegos políticos» y presionó al Congreso para «involucrarse» con la plataforma de medios sociales.
«‘Lo mejor que le puede pasar a Twitter es Donald Trump’. @MariaBartiromo Muy cierto, pero no me tratan como a un republicano. Muy discriminatorio, difícil para las personas a unirse. Constantemente sacando a la gente de la lista. Grandes quejas de muchas personas», escribió el presidente en un mensaje citando a la presentadora de Fox Business Network, María Bartiromo.
“The best thing ever to happen to Twitter is Donald Trump.” @MariaBartiromo So true, but they don’t treat me well as a Republican. Very discriminatory, hard for people to sign on. Constantly taking people off list. Big complaints from many people. Different names-over 100 M…..
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) April 23, 2019
«Diferentes nombres: más de 100 M, pero deberían ser mucho más altos que eso si Twitter no estuviera jugando sus juegos políticos. No es de extrañar que el Congreso quiera involucrarse, y deberían hacerlo. ¡Deben ser más, y más justas, las empresas para salir de la PALABRA!», concluyó el presidente en la serie de mensajes.
…..But should be much higher than that if Twitter wasn’t playing their political games. No wonder Congress wants to get involved – and they should. Must be more, and fairer, companies to get out the WORD!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) April 23, 2019
No es la primera vez que Trump ataca a las plataformas tecnológicas y se queja de su falta de parcialidad y censura anticonservadoras; también ha afirmado que compañías como Twitter y Facebook «prohíben» a los usuarios que se inclinen a la derecha. En muchas ocasiones también ha acusado a los medios de comunicación como los «enemigos del pueblo».
Las plataformas de los medios sociales han negado repetidamente que están censurando a los conservadores y hasta ahora no se han presentado pruebas concretas que respalden las afirmaciones de los republicanos que aseguran que están siendo discriminados por los gigantes tecnológicos.