En poco más de un año de mandato, el presidente Donald Trump ha despedido – o le han renunciado – buena parte de sus empleados. Ante la delicada situación, el mandatario quiso “bromear” diciendo que la próxima en irse sería su esposa, Melania.
Durante una cena con la élite de la prensa política de Washington, en el Club Gridiron, Trump quiso calmar las tensiones luego de una movida semana en la Casa Blanca – donde renunció su directora de comunicaciones, Hope Hicks – burlándose de la situación. “Ha sido una semana muy tranquila en la Casa Blanca”, comentó el presidente en evidente sarcasmo.
“Muchas personas han abandonado la Casa Blanca”, continuó Trump según cita CNN. “En realidad ha sido emocionante y estimulante porque deseas un cambio de personal. Entonces me gusta la rotación. Me gusta el caos, es realmente es bueno” aseguró.

“Ahora la pregunta que todos se están haciendo es, ‘¿Quién será el siguiente en irse, Steve Miller o Melania?” bromeó Trump, aunque su comentario ha dado mucho de qué hablar, especialmente si se consideran los rumores de su distante relación marital.
El mandatario también bromeó sobre su yerno, Jared Kushner, quien esta semana vio degradada su credencial de seguridad en la Casa Blanca de “alto secreto” a “secreto”, y dijo que no pudo llegar a la cena a tiempo porque no lo dejaron pasar por seguridad.