El secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, renunció este viernes luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contratara a Anthony Scaramucci como el nuevo director de comunicaciones, lo que Spicer catalogó como un “gran error” del que no podía formar parte.
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Aunque el presidente Trump solicitó que Spicer se quedara en el puesto y trabajara con Scaramucci, el ahora ex secretario de la Casa Blanca afirmó que se encontraba en total desacuerdo con el nombramiento del financiero de Wall Street, quien recibió y aceptó la oferta de trabajo este viernes a las 10 de la mañana, según reportó el New York Times.

“Sean Spicer le dijo vehemente a Trump que estaba en desacuerdo con el nombramiento de Anthony Scaramucci como director de comunicaciones”, afirmó el NYT en su cuenta de Twitter.
Sean Spicer había estado trabajando tanto como secretario de prensa como jefe de comunicaciones de la Casa Blanca luego de la renuncia de Michael Dubke en mayo.
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La salida de Spicer de la Administración de Trump plantea nuevas expectativas de lo que será la actitud de los integrantes del Comité Nacional Republicano, debido a que él es el portavoz y estratega del partido. Quizás ahora que Sean abandona la Casa Blanca, otros sigan el mismo paso y se unan también a la ola de renuncias que está afrontando actualmente el “magnate”.