El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró que su país es culpable de la muerte de un padre de 25 años de edad y su hija de 23 meses, que murieron ahogados la semana pasada mientras intentaban cruzar el Río Bravo para entrar a los Estados Unidos.
Durante una conferencia de prensa, Bukele hizo referencia al incidente y aceptó la culpa de su administración debido a la crítica situación del país que obliga a sus ciudadanos a huir en busca de una vida mejor.
«La gente no huye de sus hogares porque quiere. Huyen de sus hogares porque sientes que tienen que hacerlo», comentó. «Podemos culpar a cualquier otro país, pero ¿qué hay de nuestra culpa? ¿De qué país huyeron? ¿Huyeron de los Estados Unidos?. No. Huyeron de El Salvador», afirmó. «Es nuestra culpa … ¿Por qué? Porque no tienen trabajo, porque están siendo amenazados por pandillas, porque no tienen cosas básicas como el agua, la educación, la salud», agregó el presidente centroamericano.

Los comentarios de Bukele se producen después de que la foto de Óscar Alberto Martínez Ramírez y su hija Valeria, se hiciera viral tras ser encontrados ahogados boca abajo en el Río Grande. Ramírez habría tratado de nadar a través del río con su esposa e hija después de que su familia no pudo solicitar asilo en los Estados Unidos.
La foto provocó una crítica generalizada de las políticas de inmigración del gobierno de Donald Trump. El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, llamó al presidente Trump a «mirar esta foto» y ver que estas «son personas que simplemente huyen de una situación horrible en su país de origen para una vida mejor».
Trump dijo que «odiaba» ver la foto y culpó a los demócratas en el Congreso. También aseguró que si su muro fronterizo hubiera sido construido, el padre y su hija, así como muchos otros, «serían salvados».