Tras las polémicas declaraciones del presidente electo, Donald Trump, sobre mantener la manufactura de todas las empresas en Estados Unidos. La empresa Carrier, soluciones de refrigeración, calefacción y aire acondicionado, iba a mudar su sede en México cuando se tomó la decisión de que permaneciera en Indianápolis. Esta noticia pareció ser una victoria para los empleados y una derrota para México que iba a tener una nueva fuente de empleos.
Pero la realidad es un poco amarga. El líder del sindicato de la empresa declaró para CNN las verdaderas condiciones sobre las cuales se habían mantenido los empleos. Donald Trump había anunciado que se mantendrían 1100 puestos de empleo, cuando en realidad fueron 730.
Aunque el líder de la organización, de alguna manera, agradece por permanecer en su puesto, se siente afligido por los otros casi 400 empleados que serán despedidos.
La realidad es una, mientras un trabajador en Estados Unidos puede llegar a 200 $ la jornada laboral, un trabajador en México puede lograr, con esfuerzo, 400 $ al mes. Las empresas se benefician potencialmente cuando contratan trabajadores al otro lado de la frontera.
En el siguiente tweet, recordamos cuando Donald Trump tomó la decisión de aumentar los impuestos a las empresas que manufacturaran afuera de los Estados Unidos.
The U.S. is going to substantialy reduce taxes and regulations on businesses, but any business that leaves our country for another country,
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 4, 2016
«El Estado va a reducir sustancialmente los impuestos y regulaciones en todas las empresas, salvo por aquellas que dejen nuestro país por otro» (trad)
Aunque Trump no quiera vincularse con los extranjeros, inevitablemente continuará necesitando de la mano de obra «barata» para mantener su propio país. En el siguiente video del 1 ero de diciembre se puede observar el discurso completo de Trump, en el que se refiere a las nuevas medidas implementadas para Carrier.