En las últimas semanas se ha conocido de la muerte de varias personas afroamericanas, a manos de la policía. La última víctima fue Alfred Olango de 30 años, abatido el pasado martes en El Cajón, San Diego–California en horas de la tarde. Otro caso más de racismo y discriminación.
Esta situación provocó que centenares de personas salieran a manifestar. Se concentraron a las afueras de la comandancia de la Policía de El Cajón en San Diego, para exigir a la autoridades que se inicie una exhaustiva investigación del caso. Según ellos, porque se cometió una injusticia con este hombre y los culpables deben pagar su pena.
Alfred Olango se encontraba caminando por la calle, algo desconcertado y fuera de sí, lo que llevó a la policía a esa zona. Al notar que introdujo su mano en el bolsillo, la policía lo tomó como una amenaza y le dispararon. Un agente hizo una descarga eléctrica y el otro disparó con un arma de fuego. Finalmente lo que Olango había sacado era un cigarrillo electrónico.
Este, sumado a otros actos en los que se ha visto envuelta la policía, han generado indignación entre diferentes grupos de la población en Estados Unidos, ya que alegan que estos han sido cometidos con racismo y discriminación.