Después de muchos años, finalmente se ha hecho justicia. El padrastro de Gabriel Fernández, mejor conocido como «Gabrielito», fue condenado a pena de muerte luego de haber torturado y asesinado al pequeño.
Isauro Aguirre, el padrastro de Gabrielito, fue condenado a la pena máxima por el asesinato de su hijastro en 2013. El jurado, compuesto por siete mujeres y tres hombres, deliberó durante los últimos tres meses hasta que finalmente declaró la sentencia de un caso considerado como uno de los más sonados de abuso infantil en California.

Desde un principio, el fiscal y su equipo buscaban la pena de muerte para Aguirre debido a las brutales torturas que sufrió el niño de ocho años. La madre del menor, Pearl Fernández, también está siendo enjuiciada por los mismos cargos, pero su sentencia se dictará por separado para el 2018.

Recordemos que “Gabrielito” fue encontrado muerto luego de sufrir abuso físico durante tiempo prolongado y una golpiza que lo mandó al hospital por una fractura de cráneo. La autopsia del niño reveló que tenía residuos de arena para gato en su estómago, sus genitales mutilados y quemados, y fue torturado, amarrado y amordazado de forma prolongada. Se presume que los “padres” del pequeño lo dejaban sin comer y sin beber mientras permanecía amarrado y encerrado durante días en un armario, todo porque creían que era gay.
Antes de sus declaraciones finales, el fiscal Jonathan Hatami aseguró que «no estamos pidiendo venganza, estamos pidiendo justicia». Y sí se logró. Gabrielito puede descansar en paz.