La comunidad de inteligencia ha interceptado redes electrónicas y ha descubierto lo que todos sabían, que el Fiscal General Jeff Sessions mintió cuando dijo que no había tenido reuniones con los rusos y también cuando presumió ser “inocente” al recusarse a sí mismo en los cargos. Ahora hay pruebas de sus conversaciones con el embajador ruso, Sergey Kislyak.
Más para leer: John McCain acaba de ofender a Trump en Twitter
¿Gran sorpresa? El Washington Post informó que el Fiscal General mantuvo conversaciones con el embajador ruso Sergey Kislyak, y que además habló de temas relacionados con la campaña presidencial de Donald Trump, así como del alivio a las sanciones propuestas para Rusia por Barack Obama (la misma razón por la que fue obligado a renunciar Michael Flynn).

Sessions muy hábilmente se vio obligado a recusarse a sí mismo para escapar de cualquier juicio posterior cuando se vio amenazado por las investigaciones que avanzaban en contra de todos los cercanos a Trump.
Pero ahora todos recuerdan su juramento ante el Comité de Inteligencia del Senado cuando dijo que era “incapaz de recordar” el tema de las discusiones, y cuando testificó que había tenido la reunión como un “senador común” y no como un mensajero del presidente durante su campaña.
Más para leer:Trump responde a la renuncia de Spicer con una humillación
Ahora, que recordamos las declaraciones de Donald Trump para el New York Times, hace apenas unos días, podemos constatar que en efecto, y muy probablemente, él mismo se estaba anticipando a esta situación cuando dijo que le había parecido “despreciable” la actitud de Sessions cuando quiso salirse de las investigaciones.