El reciente decreto firmado por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que le prohíbe la entrada y estadía a personas provenientes de 7 países musulmanes ha afectado considerablemente tanto a pacientes refugiados como a trabajadores del sector salud, según reporta el portal de noticias Advisory Board, quienes ahora están viviendo las consecuencias de una decisión que se tomó totalmente a la ligera.
Desde que se firmó esta orden de bloqueo, se han identificado a varios pacientes provenientes de estos 7 países que recibieron atención médica en los Estados Unidos y ahora tienen sus tratamientos suspendidos debido a que su ingreso al país estaba programado justo después de que Donald Trump firmara la prohibición de entrada a personas provenientes de Siria, Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
29,814 residents & fellows were International Medical Graduates in the U.S. in 2015. See the breakdown by specialty https://t.co/svsjZTyJCv
— AAMC (@AAMCtoday) February 1, 2017
La orden de prohibición continuará vigente por 90 días; tiempo que pone en riesgo la salud de muchos pacientes, pero además de los pacientes muchos médicos han solicitado la residencia médica en Estados Unidos para poder prestar sus servicios en el área de la salud y ahora se encuentran en una especie de “limbo” pues no saben si esta medida afectará su estatus. Según la Asociación de Colegios Médicos Americanos, más de 260 personas provenientes de los países vetados han aplicado esta residencia médica.
We are deeply concerned that EO will disrupt edu/research & have damaging long-term impact on patients/health care. https://t.co/sdD8enMpjb
— AAMC (@AAMCtoday) January 30, 2017
Algunos hospitales han reaccionado ante las órdenes de Trump y ya han cancelado las ofertas de residencia médica a los solicitantes que provengan de estos países, alegando que “van a mirar el país de origen del solicitante y eliminarlo de la lista” en caso de que este provenga de uno de estos países afectados.
Esta situación pone en riesgo el cuidado de al menos 780,000 pacientes que atenderían estas personas y significaría un incremento considerable en la escasez de personal médico que tiene Estados Unidos actualmente. Mientras tanto, varios médicos e investigadores han sido o retenidos en los aeropuertos de Estados Unidos o deportados a sus países de origen, dejando a sus pacientes sin cuidado y a sus clínicas con menos personal.
#Refugee Health Clinics Help New Arrivals, Provide Training Ground for #MedStudents and Residents https://t.co/gxB2XAlUbe #HealthForAll
— AAMC (@AAMCtoday) January 31, 2017