Quien obra mal, tarde o temprano también suele recibir el mal. Esta fue la gran lección que aprendió un casero en un edificio en Queens, quien tomó la decisión de denunciar a sus inquilinos con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), pero recibió su merecido.
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El hombre en cuestión envió una carta a la agencia con los datos personales de los inquilinos que denunciaba, pero su acción fue catalogada por la ciudad de Nueva York como una violación a una ley local que prohíbe tomar represalias contra arrendatarios. Dicha ley también prohíbe la discriminación o acoso a una persona por su estatus migratorio o su origen.

Se desconoce si los arrendatarios eran o no indocumentados, pero lo cierto es que casos como este, de caseros denunciando a inquilinos con ICE, ocurre más a menudo de lo que se cree.
Denuncia a ICE le costará caro
El hombre que realizó la “denuncia” ahora podría sufrir una multa administrativa de hasta 250,000 dólares y por si fuera poco también se enfrenta a un cargo adicional de represalia por parte de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de Nueva York. Además, se está presentando una queja contra él en nombre de la ciudad.
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“Nuestro mensaje es alto y claro: vamos a hacer que los propietarios sean responsables de la discriminación en nuestra ciudad”, dijo el alcalde Bill de Blasio en una declaración por correo electrónico que reseñó AmNewYork. “Estamos con los inquilinos, independientemente de su origen, en Queens y en los cinco condados”, puntualizó de Blasio.