En medio de la insistencia del presidente Donald Trump de reforzar la seguridad fronteriza con miles de solados, que de hecho desplegó el año pasado, ahora algunos gobernadores han decidido desafiar las órdenes del mandatario y retirarlos de esa tarea.
Después que la semana pasada lo hiciera Michelle Grisham del estado de Nuevo México, hoy también lo hará California.
El gobernador Gavin Newsom ha decidido que los 360 miembros de la Guardia Nacional dejen de vigilar la frontera con México y sean redistribuidos para atender otras situaciones en el estado. Tales como; asistir en el combate de incendios forestales y en la Fuerza de Tareas contra las Drogas, según informó la cadena NBC News.

Ambos gobernadores coinciden en que no es necesario continuar colaborando con el presidente Trump en su obsesiva política anti-inmigratoria.
Tanto Grisham como Newson no consideran que sea necesaria la presencia de sus tropas en el punto fronterizo con México. Por el contrario, creen que es dentro de EE.UU. donde hay otras “emergencias” que se deben atender.
Por otro lado, el Ayuntamiento del estado de Arizona votó el pasado 6 de febrero de forma unánime para prohibir a la Administración Trump instalar alambre de púas en la cerca fronteriza de la ciudad.
El mandatario por su parte insiste en obtener más de $5 mil millones de dólares para construir el muro fronterizo, o de lo contrario dará paso a declarar una emergencia nacional. También existe la amenaza de que nuevamente haya un cierre parcial de Gobierno por falta de acuerdos entre demócratas y republicanos sobre el tema de seguridad fronteriza. El último y más grande de la historia de EE.UU. ocurrió en diciembre pasado.