Con el nuevo ascenso de Trump a la presidencia, queda en duda el destino y la opinión popular sobre ObamaCare, la conocida reforma que extiende y mejora el acceso a la salud para todos los ciudadanos norteamericanos que así lo deseasen.
Sabemos de antemano que Donald Trump junto a la mayoría de los republicanos no están a favor, en lo absoluto, con la aplicación de dicho proyecto, ¿pero cuál es la opinión popular al respecto?
Según una encuesta realizada por la fundación Kaiser Family, 3 de cada 4 norteamericanos quieren continuar con ObamaCare. De acuerdo a los porcentajes, un 30 % de los encuestados desean contar con una versión extendida del programa, un 19 % quiere que el plan continúe de la misma forma, un 17 % quiere remover algunas de las funciones y solo el 26 % quiere ver el fin total de dicho programa a nivel nacional.
Aunque las amenazas de remover ObamaCare sean bastante insistentes, la realidad es que los republicanos no tienen un segundo plan para sustituir a reforma, y el simple hecho de removerla puede llegar a costar 550 billones de dólares en el transcurso de una década, además del claro riesgo de que se pierdan miles de vidas por enfermedades tratables.
De igual forma, ante el supuesto descenso de empleos que ocasionaría ObamaCare, varios voceros han manifestado sus opiniones en redes sociales:
Unemployment is at 4.6%, lowest since 2007. Guess Republicans were wrong about the "job killing" impact of Obamacare. pic.twitter.com/mjX5PFhekL
— igorvolsky (@igorvolsky) December 2, 2016
“El desempleo llegó a 4.6 %, el más bajo desde 2007. Supongo que los republicanos estaban equivocados sobre la “aniquilación de empleos” que ocasionaría ObamaCare” (trad).
Obamacare was signed into law in March 2010. The private sector has gained 15M+ jobs since. https://t.co/fI8Y5Xzcz3 pic.twitter.com/c8hFQNTktq
— Dan Diamond (@ddiamond) December 2, 2016
Como de igual forma, exponen el siguiente:
“ObamaCare entró en vigencia para marzo de 2010. El sector privado ha ganado más de 15 mil empleos desde entonces” (trad).
Sin lugar a dudas, se trata de varios datos que se podrían tomar en consideración al momento de emitir juicios sobre la discutida reforma de salud.