El exmédico de la Casa Blanca, Ronny Jackson, se atrevió a ordenarle a los cocineros de la Casa Blanca que le escondieran coliflor triturada en el puré de papas al presidente, Donald Trump, en un intento por mejorar su dieta y que consumiera menos cantidad de calorías, aunque esto pudiera ser considerado como el trato que se le daría a un niño.
Según información publicada por The New York Times, Jackson confesó que el presidente no es un amante del ejercicio físico y por eso decidió enfocar los esfuerzos para bajar de peso en una alimentación más equilibrada y saludable.
“El ejercicio nunca despegó tanto como yo quería”, dijo. “Pero estábamos trabajando en su dieta. Estábamos haciendo que el helado fuera menos accesible, estábamos poniendo coliflor en el puré de papas”, acotó.

Jackson anunció en una conferencia de prensa a principios de 2018 que tenía la intención de ayudar al presidente a perder entre 5 y 7 kilos de peso y transportar una bicicleta estática o una máquina elíptica a la Casa Blanca.
Sin embargo, su esfuerzo se vio truncado después de retirar su nombre de la consideración como candidato para convertirse en secretario de Asuntos de Veteranos, en medio de acusaciones de mala conducta profesional.
El exmédico dijo que recibió el “sello de aprobación de Trump” después de su conferencia de prensa de 2018, en la que dijo que el mandatario tenía “genes increíbles”, porque se desempeñó “extremadamente bien” en una prueba cognitiva y afirmó que si el presidente hubiera tenido una mejor dieta, podría haber vivido hasta 200 años.
Actualmente, Jackson se postula para un escaño en el Congreso para el Distrito 13 de Texas, uno de los distritos más conservadores del país, para reemplazar al representante republicano, Mac Thornberry.